7 mitos del cuidado de la piel

Cuando nos empieza a «picar el bicho» del cuidado de la piel sea por interés propio o por influencia de alguien, podemos caer rápidamente en confusiones, malinterpretaciones o simplemente seguir imaginarios erróneos que nos han sido transmitidos a lo largo de nuestra vida.

Entre conversaciones esporádicas y recuerdos de mi propia experiencia, he identificado estos siete mitos del cuidado de la piel que comparto a continuación.   

Mito 1: Cuidarse la piel es sólo cuestión de mujeres

¿Cuántas veces hemos escuchado un “no” rotundo de un hombre al sugerirle que debería cuidar su piel o su cutis? Ya perdí la cuenta hace tiempo. Aunque éste sea quizá el mito más grande de todos por tratarse de una práctica popularizada entre las mujeres, el cuidado de la piel más allá de estar asociado a la búsqueda de la belleza es sinónimo de salud. Sí, salud. La piel es el órgano más grande del cuerpo, el más visible y uno de los más importantes. La piel es nuestra barrera protectora y por ello está expuesta directamente a agentes externos que la deterioran. Por lo tanto, debemos cuidar de ella para mantener una buena salud.  

Mito 2: Lo más caro es lo mejor

El verdadero valor de un producto no se mide por su precio comercial sino por su eficacia. Aunque es muy cierto que el mercado de la dermo-cosmética en Colombia está destinado a consumidores de gran poder adquisitivo (hace unos días comentaba en mi Instagram el precio exorbitante de los productos franceses en Colombia), existen también opciones de muy buena calidad, sobretodo en la cosmética natural y casera, para presupuestos más ajustados. Todo depende del bolsillo y de cuánto estemos dispuestos a invertir en nosotros mismos.

Mito 3: Si la publicidad te dice que funciona, lo hace

Comprar lo que vemos en los comerciales de televisión o en las revistas creyendo que va a tener el resultado milagroso que promete, es un gran desacierto. Recordemos que, si estos productos aparecen en los medios de masa, significa que las grandes empresas o laboratorios cosméticos han invertido mucho dinero en mercadeo y publicidad. Hay pequeñas empresas o laboratorios que no tienen el mismo presupuesto o que no les interesa aparecer en estos medios. En la mayoría de veces, suelo buscar reseñas sinceras de otras personas que hayan usado el producto antes de comprarlo, y más aún cuando es costoso o nuevo.

Mito 4: El acné solo da en la adolescencia

Partamos del hecho que el acné es una enfermedad y que existen varios tipos. Aunque asociamos la aparición de granos y de brotes en el rostro con la pubertad y la adolescencia, el acné puede surgir a cualquier edad (en los bebés, en la niñez, en la adolescencia o previo a la menstruación). Este puede ser producto de muchos factores: el estrés, genética, cambios hormonales, problemas endocrinos, los cosméticos, entre otros. 

Mito 5: Lo que utiliza mi amiga/o me funciona a mí

Cada persona es un universo diferente y cada piel también lo es. Lo que ha sido eficaz para tu amiga/o no siempre lo será para ti. Es importante conocer qué tipo de piel tienes para saber qué productos o qué ingredientes responden mejor a tus necesidades y seguir las indicaciones de tu dermatólogo/a o de tu médico estético. Afortunadamente la industria de la cosmética ha avanzado tanto que existen gamas de productos dedicados a cada tipo de piel: seca, normal, mixta, grasa o sensible.   

Mito 6: Entre más me aplique, mejor

No es necesario aplicar grandes cantidades de un producto para que éste funcione mejor o más rápido. Es el caso de las cremas, exfoliantes, o bloqueadores solares, por mencionar algunos. En las indicaciones de la mayoría de los productos precisan que éstos deben aplicados en una capa fina para una mejor absorción. En estos casos, menos, es más.

Mito 7: Hidratar la piel es tomar agua

Si bien el agua es el hidrante por excelencia y un elemento vital de nuestro organismo, no es suficiente para mantener la piel hidratada. Esto lo podemos notar cuando nos exponemos a temperaturas muy altas o muy bajas en las cuales la piel tiende a secarse y a agrietarse, especialmente la de los pies, las rodillas, los codos y en mi caso las manos. Es por esto que la piel necesita de hidratación complementaria que las cremas humectantes e hidratantes pueden aportar.  

 

¿Qué otros mitos conoces? ¿Cuáles has desmitificado por ti mismo/a? Cuéntame en los comentarios.