Tres razones por las que decidi dejar de pintar mi cabello

A finales del 2019, un año después de haberme mudado a Francia por mis estudios, me propuse el objetivo de hacer la transición a mi color natural de cabello y de dejar por completo de tinturarlo. Dos años después de haber tomado esta decisión, he cortado los últimos restos de cabello tinturado para volver completamente a mi look natural. 

En esta entrada, compartiré una reflexión sobre esta meta personal que alcancé en el 2021 en materia de cosmética natural y las tres razones que me motivaron a realizar este cambio.

En búsqueda de coherencia

Cuando cumplí 17 años, decidí tinturarme por primera vez. No recuerdo exactamente quién sugirió la idea de que al hacerme iluminaciones (que no eran más que una decoloración) luciría más linda y haría que mi piel tuviera un tono más claro. Tampoco recuerdo exactamente el momento en que teñí mi cabello por completo. Pero de lo que sí tengo certeza es que después de que lo hice, esta práctica se volvió parte de mi cotidianidad. Cada tres o cuatro meses pintaba mi cabello para mantener el nuevo color y por ende, tapar las raíces oscuras que empezaban a crecer.

Durante aproximadamente 7 años tuve el cabello de varios colores : castaño, castaño claro, rubio oscuro, un rubio claro y hasta un naranja por accidente. Y, por lo general, casi siempre se veían tres tonos en mi pelo : las raíces oscuras, las hebras con la coloración de turno y las puntas claras de la tintura pasada. Tal era el punto que llegó un momento en el que me acostumbré a tener los tres colores. 

Mi relación con las peluquerias y salones de belleza también cambió. Pasé de ir por un corte o un servicio específico en ocasiones especiales, a ir cada tres meses a cumplir esta rutina. El ir y venir me hizo reconocer un olor particular de estos lugares. Un olor a químico, una mezcla de « keratina », de tinte y de pinta uñas. Un olor que siempre me ha molestado y que naturalicé.

En cada nueva coloración mi cabello tendía a secarse y a quebrarse en las puntas a pesar de que nunca me realicé ningun tratamiento de alisado y de que rara vez me planchaba el pelo. De la misma manera, el hecho de vivir en Francia hizo que el cabello se debilitara aún más puesto que el agua en este país contiene mucha cal. Pensé que si en ese momento comenzaba a hacer mi transición hacia la cosmética natural y orgánica, debía ser coherente con el nuevo estilo de vida que empecé a asumir. He aquí la primera razón.   

Así lucía en el 2018 con mi cabello tinturado, uno de los tantos looks que tuve. 

Una composición no muy natural

La segunda razón que me motivó a tomar esta la decisión fue principalemente por la composición de los tintes. Además de contener sustancias reactivas, colorantes y fijadores del color, los tintes químicos y clásicos están en su mayoría compuestos de sustancias que pueden ser nocivas para quienes se las aplican pero también para los trabajadores de las peluquerías y de salones de belleza por su exposición prologada a estas sustancias.

Al darme cuenta de todo esto empecé a tomar conscienca sobre los potenciales riesgos de esta práctica sobre la salud a largo plazo. He consultado varios estudios recientes que podrán encontrar al final de esta entrada, que relacionan los tintes convencionales y los productos de alisado del cabello con el cáncer de mama y otros tipos de cáncer. 

Después de haberme informado en varias fuentes, te presento seis de estas sustancias a continuación: 

La Parafenilendiamina (PPD) 

Es una sustancia que se utiliza como un medio de contraste para los tonos de colores oscuros y está hecho un producto químico derivado del petróleo. La mayoría de los tintes para el pelo permanentes que se encuentran en el mercado la contienen.

Se encuentra en más cantidad en los tintes de color más oscuro y existen estudios que la asocian con irritación, reacciones alérgicas y el riesgo de desarrollo de cáncer linfatico, de mama y de vejiga.

En Europa es una sustancia prohibida en todos los cosméticos, excepto en los tintes de cabello, cuya proporción está limitada al 2% desde el 2017, desde que a mediados de los años 70 se lo relacionara con un supuesto poder cancerígeno. La regulación vigente obliga señalar en la etiqueta que puede provocar reacciones alérgicas y que no debe utilizarse para teñir pestañas o cejas.

#TipFlorDeLiz : Puedes identificar si el tinte que usas lo contiene al buscar en la lista de ingrediente los siguientes nombres : p-phenylenediamine, 1,4-benzenediamine, 1,4-phenylenediamine, CI 76060, oxidation base 10, p-aminoaniline, p-diaminobenzene, 1,4-diaminobenzene, 4-aminoaniline.

El amoníaco

Es un compuesto empleado para abrir la cutícula del cabello y facilitar así la coloración. Está presente principalmente en las coloraciones permantes, en las coloraciones de oxidacion y en los alisados. Sin embargo, puede ser peligroso para los trabajadores de las peluquerías y salones de belleza por su exposición frecuente o prolongada. Por eso, se recomienda evitar el contacto con la piel y evitar respirarlo.

Aunque comúnmente escuchemos hablar de coloraciones sin amoníaco, lo más probable es que éste se sustituya por reactivos similares pero no por eso más seguros.

La DMDM Hidantoína

Es utilizada como conservante en productos cosméticos y actúa como desinfectante que protege el cuero ante pequeñas heridas que pueda haber causado una aplicación demasiado agresiva del tinte. Es también una sustancia que libera formaldehído (formol), molécula considerada como cancerígena en categoria 2 por la Unión Europea. 

Los parabenos

En los tintes al igual que en los champús o en cremas hidratantes, los parabenos son usados como conservantes. Son comúnmente reconocidos como disruptores endocrinos.

El acetato de plomo

Se emplea especialmente en tintes de tono oscuro para fijar el color y cubrir las canas. Su uso en cosmética está prohibido en Europa y desde 2018  en los Estados Unidos. Mientras no existan leyes que lo prohiban en nuestros países, pueden seguir fabricando tintes que lo contengan.

El resorcinol

Es un alcohol derivado del benzeno que se emplea como antiséptico dérmico cuya función es reaccionar con un blanqueador (generalmente agua oxigenada) para favorecer la fijación del color en el cabello. Es una sustancia muy agresiva con la piel y un disruptor endocrino que altera la tiroides y las glándulas adrenales. Puede afectar a los sistemas nervioso e inmunitario. Cuando está presente en la composición del tinte, la ley obliga a advertirlo.

#TipFlorDeLiz : Puedes identificar si el resorcinol está presente en el tinte con los siguientes nombres : 1,3-benzenediol, 3-hydroxyphenol, CI developer 4, m-dihydroxybenzene, 1,3-dihydroxybenzene, m-hydroquinone, m-phenylenediol, oxidation base 31, resorcin.

 

Los tintes químicos y clásicos están en su mayoría compuestos de sustancias que pueden ser nocivas para quienes se las aplican pero también para los trabajadores de las peluquerías y de salones de belleza  / Créditos : pixabay. 

Nada de esto es nuevo pero si desconocido. Si bien los tintes que se comercializan en la actualidad no tienen la misma composición de aquellos que usaron nuestras madres o abuelas en su juventud, este cambio empezó desde que se denunció la presencia de diferentes sustancias cancerígenas en los años 70. En ese sentido, los tintes todavía están lejos de ser completamente seguros. De hecho en 2006, la Unión Europea prohibió 22 compuestos químicos que se habían relacionado con cáncer de vejiga, leucemia y varios tipos de linfoma.

Pero tambien un proceso personal 

La última razón, y no por menos importante, se trata de un proceso personal de introspección y deconstrucción sobre mi relación con mi cuerpo. Me he cuestionado el por qué seguir el esterotipo de belleza occidental, pues a más claro el color de pelo, más clara se ve el color de la piel, y a su vez, entre más clara ésta sea, más fácil serás aceptado socialmente ; o también, el imaginario colectivo que señala las canas en las mujeres como un símbolo de « descuido » o de « vejez » mientras que en los hombres representan « madurez ».

A pesar de que es un tema para debatir, mi intención no es satanizar  a las personas que utilizan tintes químicos tradicionales o que simplemente les gusta cambiar su color de pelo y se sienten más cómodas así. Más bien, es de sensibilizar sobre los posibles riesgos que puede traer esta práctica y de proporcionar herramientas de reflexión, pues a cada consumidor su propia decisión.

En estos momentos de mi vida escogí dejar mi cabello al natural, pero eso no significa que sea una decisión permanente. Hoy estoy contenta de revenir a mi color natural, pero soy consciente de que en algún otro momento me pintaré de nuevo el cabello. Cuando esto pase, no dudaré en escoger una opción más natural, pues sí que existen. 

De hecho, en el 2019 probé una coloración vegetal y orgánica a base de plantas de la India tales como Indigofera Tinctoria (indigo), Lawsonia Inermis (henna), Emblica Officinalis (amla o grosellero de la India), Eclipta Alba (bhringaraj), y Azadirachta Indica (neem). Por supuesto, el cabello no se decolora sino que se cubre con pigmentos que no alteran su estructura.

 

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Lee aquí algunos estudios recientes sobre la relación de los tintes y el cáncer de mama en los Estados Unidos (en inglés) :

Hair dye and chemical straightener use and breast cancer risk in a large US population of black and white women - PubMed (nih.gov)

New study links hair chemicals to breast cancer - Fillon - 2020 - CA: A Cancer Journal for Clinicians - Wiley Online Library

Associations of hair dye and relaxer use with breast tumor clinicopathologic features: Findings from the Women's circle of Health Study - PubMed (nih.gov)